El vino espumoso es un vino que contiene carbonatación, conocido por sus burbujas refrescantes y su ligera acidez.
Generalmente tiene un contenido alcohólico entre el 11% y el 13%, siendo el Champagne, el Prosecco y el Cava algunas de sus variedades más destacadas.
El vino espumoso se disfruta solo o se utiliza en cócteles como el Mimosa, el Bellini y el Aperol Spritz.
Las burbujas vivas y los aromas frutales añaden vitalidad a las bebidas.
Disponible en estilos que van desde seco hasta dulce, combina bien con una amplia variedad de alimentos.